Ángel Trabada Gómez

Paco Cacharro, el Camino y la naturaleza

Mi relación con Paco Cacharro se inicia a finales de los años 70, como afiliado que era de Alianza Popular, y desde el año 84 como mi jefe en la Diputación Provincial de Lugo

Esos cerca de 25 años que tuve la suerte de estar a sus órdenes fueron para mí un aprendizaje diario. El gran conocimiento que tenía de nuestra provincia y el interés que siempre mostró por cualquier iniciativa que le propusiera, me ayudó, sin duda, a conocer y amar mucho más nuestra provincia. Desde aquí, y a través de estas letras, le quiero agradecer sus sabios consejos y el trato y consideración que siempre tuvo conmigo. Fue un perfecto jefe durante toda mi vida laboral y un gran amigo de por vida. Gracias a él yo pude poner mi granito de arena en temas importantes para nuestra provincia como fueron:

Piragüismo

Mis primeros años en la Diputación coincidieron con mi cargo de presidente de la Federación Lucense de Piragüismo. Paco Cacharro colaboró intensamente en la promoción del piragüismo en nuestra provincia, puso a funcionar la Escuela Lucense de piragüismo, y en ese tiempo se empezó a celebrar la Liga provincial, que llegó hasta la 12ª edición, se puso en valor el embalse de Belesar con la celebración de campeonatos gallegos y nacionales, y también sirvió de lugar de concentración de equipos nacionales, como las selecciones de Rusia y España, antes de las olimpiadas.

Con su apoyo, organizamos el primer Descenso Turístico del río Miño, de Fonmiñá a Caminha (Portugal). También financió la reparación del Caneiro das Insuas para que los piragüistas de Lugo pudiesen entrenar en esa zona del río Miño.

Camino de Santiago

Bajo su mandato, y con la colaboración de Elías Valiña, la Diputación de Lugo fue la primera en implicarse en el Camino de Santiago con la puesta en marcha de las Semanas de Estudios Históricos sobre el camino, la creación de la Asociación de Amigos del camino de Santiago de la provincia de Lugo (cuando en España solo existía la de Estella), la señalización del camino con los primeros mojones, o el primer albergue en Portomarín. Estos son algunos ejemplos de su interés por el camino.

Un día me llamó a su despacho y me dijo: “Te vas a O Cebreiro y hablas con el sacerdote de allí, y ponte a su servicio para lo que necesite”. Yo le dije: “Presidente, el cura, igual que todos, va a pedir dinero para la iglesia, o que se le arregle el acceso”, a lo que Cacharro me contestó: “No, este es distinto, solo quiere recuperar el Camino de Santiago”. Así conocí a Elías Valiña Sampedro, y así se inicié mi relación con el Camino, que 40 años después sigo manteniendo.

Parque del Rato – Zonas de descanso – Senderos

El presidente siempre tuvo gran interés en los temas relacionados con la naturaleza, el deporte y el medio ambiente. Por eso prestó gran importancia a la recuperación de rutas de senderismo, y en especial a las rutas Xacobeas de nuestra provincia

Su intención de unir Lugo y su Camino Primitivo con el Camino Francés y el Norte a través de un gran sendero, teniendo el río Miño como guía, era su apuesta. Lo inició dirección Portomarín hasta A Fervenza, y aguas arriba hasta Rábade. Este proyecto no pudo finalizarlo por cuestiones políticas.

Quiero dejar para el final el proyecto del gran cinturón verde que creó en nuestra ciudad, que nació casi sin querer, en un momento en que había en el parque móvil alguna maquina parada. Lo empezamos, y sí, me atrevo a decir lo empezamos, por el trabajo que mantuve mano a mano con él desde principio en este proyecto. Empezamos limpiando los márgenes de la carretera del Rato, propiedad de la Diputación, fuimos avanzando poco a poco hasta el río, adquiriendo terrenos, y casi sin darnos cuenta habíamos recuperado tramos del rio que en muchas zonas había desaparecido.

Todas las mañanas, al llegar a la Diputación, pasaba por mi mesa y me preguntaba: “¿Cómo va el parque?, ¿Cuántas fincas compramos?”. Yo sacaba un mapa coloreado en verde con lo que ya se había adquirido, y él me comentaba: “Pues falta esta finca para cerrar esa zona, o esta otra también interesa”.

Con ese planteamiento, y sin ningún proyecto redactado, llegamos a comprar, sin necesidad de expropiar, siempre de mutuo acuerdo con los propietarios, más de 300 parcelas que hoy sirven para que los lucenses disfruten del gran parque del Rato.