Conocí a Cacharro a finales de los años setenta, principios de los ochenta, cuando se vino a vivir con su familia a la calle Concepción Arenal, a un edificio que se construyó en un solar que pertenecía a su suegra. Nosotros vivíamos en la Rúa da Xesta. Mi mujer y yo ya teníamos amistad con su mujer, Mari Carmen, y con su suegra.
Cacharro y yo teníamos varias cosas en común: Él nació en 1937 en Guarromán (Jaén), yo en París en 1942, los dos hijos de republicanos. El padre de Cacharro era maestro y fue desterrado a Guarromán. Mi padre, en 1939, al acabar la Guerra Civil, cruzó los Pirineos. Paco y yo hemos tenido infinidad de conversaciones a lo largo de los muchos años de amistad, y convivencias buenas y malas, pero la vida es así y es difícil olvidar cosas malas que han sucedido a lo largo de la vida, aunque mejor recordar cosas buenas.
Él era maestro e Inspector de Educación (1973-1981) y yo profesor, y nos jubilamos el mismo día, 1 de julio de 2007. Pero antes, el 27 de junio del mismo año, en el salón de plenos de la Diputación, me impuso la Medalla de Oro a la Labor Educativa, que me concedió el Foro Universitario Europeo Reyes Católicos.
Fue el primer Conselleiro de Educación de la Xunta (1982-83). Presidente de la Diputación durante 24 años (1983-2007), y Senador desde 1979 a 2009, en total 30 años (en la primera legislatura fueron elegidos él y Abel Matutes). Cuando lo dejó, era de los más antiguos, junto con Alfonso Guerra.
Cacharro falleció el 8 de marzo de 2015, día de la mujer. Solo disfruto de ocho años de jubilación.
En cuanto fue Presidente de la Diputación, su ilusión fue implantar un Campus Universitario con varias facultades, principalmente con Veterinaria, encargando el proyecto al arquitecto Antonio González Trigo. Hoy está considerada de las mejores Facultades de Veterinaria de Europa. Me decía: “Xano, Lugo es una ciudad de servicios, y con estas facultades Lugo crecerá en gente que vendrá a estudiar aquí, los lucenses marcharán para otros sitios a estudiar”.
Cuando Paco y familia vinieron a vivir como vecinos nuestros, la familia estaba compuesta por Paco, su mujer Mari Carmen, la madre de Mari Carmen y los hijos (Francisco, Carmencita y Juanito) y un pequeño Yorkshire con muy mal genio, llamado Curro.
Un día Mari Carmen nos dice que tienen que operar a su madre en A Coruña, que si nos podemos quedar con Curro una semana, y por supuesto, vino para nuestra casa, pero resultó que pasaron más días de lo previsto, y el perro se encariñó tanto con nosotros que cuando vinieron a buscarlo se negó a marcharse. Total, que estuvo con nosotros 14 años hasta que falleció. A Mari Carmen le regalaron otro perro y salían a pasear mi mujer Fina y ella con los perros.
Paco y yo compartíamos garaje enfrente de mi casa y cada vez que venía Paco al garaje, Curro saltaba encima de una silla, miraba por la ventana y ladraba. Paco le saludaba. En alguna ocasión me decían: “Paco ayer estuvo en tal sitio hasta tal hora”, y yo les corregía, porque a esa hora estaba en casa.
Al principio de su mandato en la Presidencia de la Diputación, en una tertulia alguien me dice: “Ayer estuve en el chalet de Paco en La Toja y en su barco”. Más de una vez tuve que corregirles ya que, primero, no había tal chalet sino un piso, y segundo, el barco era una Zodiac no muy grande. Al cabo de unos años compró ya un barco, creo recordar que sobre ocho metros, y al final tenia uno ya más grande, sobre 12 metros.
Fuimos en varias ocasiones a verlos mi mujer y yo a La Toja. Teníamos piso en Nigrán y nos quedaba cerca. Mi mujer se quedaba con Mari en casa y nosotros salíamos a navegar. Me dejaba pilotar, pero atracarlo no. En esos paseos me comentaba muchas anécdotas, como por ejemplo cuando era Presidente, que en el verano tenia infinidad de alcaldes y cargos públicos a visitarlo. Después, solo yo y poco más, y me daba nombres.
Desde finales de los setenta, Fina y yo hacíamos un cocido en Carnavales, al que invitábamos a amigos de diversas partes de España, también de Lugo, entre ellos varios periodistas. Paco se apuntó al cocido, asistiendo siempre hasta que enfermó. Él se encargaba de trocear la cachucha, y para él siempre era el lado de la oreja. Al fallecer Paco lo sustituyeron Mari Carmen y Carmencita. Él no bebía nada de alcohol, solo agua, y tenia fama de lo contrario… Así es la vida…
Cacharro hablaba con toda la gente, fuese de la condición que fuese. Recuerdo que por dos veces tuve que ir a auxiliarlo. Como ya he contado, Curro lo delataba cuando entraba en el garaje. Una vez, fue un admirador un poco cargado, hablando con él y dándole la mano. Paco acabó regalándole su paquete de tabaco. Y en otra ocasión, una pareja que venía a pedirle una recomendación, y allí estuvimos -yo en bata- media hora por lo menos.
En las segundas elecciones Autonómicas, en 1985, le mandaron una lista hecha por la dirección gallega con los nombres de los candidatos por Lugo. Cacharro esperó hasta el último minuto, dando el cambiazo de algunos nombres. Paco era un estratega. Recuerdo en las elecciones Autonómicas de 1989, que se presentaba Manuel Fraga, Cacharro convence a Fraga de que se presente por A Coruña ya que por Lugo no hacía falta. Los resultados, de los 67 municipios de la provincia, el PP ganó en 61.
En un acto en el Gran Hotel, en el salón grande, al acabar, estaba yo en la puerta esperando, y un dirigente del PP se me acerca y me pregunta: “¿Xano, viste a Paco?”. Le señalé el grupo de gente que estaba al final y le dije: “¿Ves ese grupo? Pues Paco está en el centro, ¡seguro!”. Y allí estaba Paco, como siempre, rodeado de gente.
Hablando en su despacho sobre cierto tema, le aconsejé que pegase un golpe en la mesa y lo solucionase. Me contestó: “Xano, te voy a hacer una confidencia. No digas nada, por favor. Estoy enfermo, a tratamiento”.
Un día muy amargo fue cuando, en 2006, creo recordar, entró en las dependencias de la Diputación el Fiscal con agentes, en el marco de la operación Muralla. Le quedaba un año de Presidente de la Diputación.
Recuerdo cuando en el homenaje a Pena Souto en Conturiz, en una gran carpa llena de gente, con mesas muy largas, él se colocó en la primera de la izquerda, por la mitad. Con él nos sentamos dos amigos más, Fina y yo. De la organización vinieron a buscarlo para la mesa de la presidencia. Paco prefirió quedarse con sus amigos.
El día 25 de junio de 2013 va a declarar como imputado por prevaricación. En la entrada de los juzgados, la prensa, mi mujer y yo. Sería absuelto de todos los cargos.
Paco falleció el 8 de marzo de 2015. El señor Besteiro ofreció el salón de sesiones de la Diputación, la familia aceptó. Nosotros estábamos en Nigrán, y tras la llamada de Maricarmen nos volvimos para Lugo. Cientos de personas pasaron por la capilla ardiente. El funeral fue en la iglesia de San Antonio, abarrotada. Y había antiguos amigos como Louzao, presidente de la Diputación de Pontevedra, y Baltar, de la de Ourense. Como ya comenté, él siempre estaba rodeado de gente, incluso el día de su entierro.